El proceso de duelo se activa siempre ante una pérdida, a la cual entenderemos como algo que tuvimos y ya tenemos, o como algo que deseamos tener y no conseguimos tenerlo. Las pérdidas se "comprenden" por cada persona de manera subjetiva, ya que sólo la persona saber si considera alguna experiencia como pérdida o no, pues sólo ella conoce su dolor.
Cada pérdida importante puede ser por sí puedes integrar la amplia y profunda gama de sentimientos, emociones, actitudes, creencias, ideas, omisiones y acciones implicadas en el proceso de duelo.
La propuesta es complicadamente simple: conocer más y mejor los procesos de duelo, para que puedas facilitarte transformaciones saludables de conjunto de pensamiento, emociones y comportamientos asociados a tos pérdidas, ya que debemos entender que lo que se conoce como proceso de duelo ante la muerte es aplicable a todas tus perdidas significativas.
De tal suerte que podemos decir que hay siete puntos que distinguen el proceso del duelo:
- Negación: La mente simplemente se resiste a "saber" sobre lo ocurrido y bloquea la realidad, ya que el impacto producido es intolerable.
- Desorganización: Existe la falta de claridad sobre lo ocurrido, se distorsiona la realidad, las relaciones son inadecuadas y no se está en condiciones de tomar decisiones importantes.
- Enojo: Se presentan emociones de ira y quejas contra Dios, la vida, la suerte; todo, producido por una sensación profunda de desamparo, herida y frustración. La personas es incapaz de manejar emociones adecuadamente y se rebela contra todo y contra todos, incluyéndose él mismo.
- Culpa: Se recuerda sentidamente lo perdido, se idealiza el pasado y se autor responsabiliza de las faltas cometidas, de los asuntos no terminados, de los errores cometidos. Todo esto surge por la creencia de que él pudo haber prevenido lo ocurrido.
- Soledad: En esta etapa, el dolor que se sufre es el más profundo, se presenta el sentido de pérdida de la soledad, la conciencia plena de lo perdido llega a ser abrumadora y se acentúa con los detalles cotidianos que traen el recuerdo de lo que ya no es. Ésta es una etapa peligrosa porque el vacío pide profundamente ser llenado. Es importante no acudir a conductas de escape.
- Alivio: Etapa en la que se presenta un sentimiento de ambivalencia ante lo que por un lado es el dolor por lo perdido y, por otro, la tranquilidad que puede significar soltar la presión y ansiedad que representaba en los momentos finales lo perdido. Se puede empezar a comprender lo bueno de lo ocurrido. Es un alivio que encamina a la paz interior.
- Restablecimiento: Se desarrolla lentamente en la medida que se pueden manejar los sentimientos de culpa, y los ensueños van desapareciendo. Se vuelve a vivir volteando al futuro, se recupera la confianza y la tranquilidad en sí mismo. Se puede volver a disfrutar del presente y el recuerdo de lo perdido se hace cada vez menos doloroso. Empieza el final del sufrimiento.
Al escribir así el proceso implica o se entienda que estos pasaran en cuestión de horas, sino cabe señalar dependiendo de cada persona, será el tiempo necesario para poder pasar el duelo.
Puesto que para cada personas es asumir las pérdidas sufridas a lo largo de la vida, el miedo, angustia, las han convertido en grandes tabús, y debiendo a esto nos daremos cuenta de los tabúes son actitudes y, por lo tanto, susceptibles al cambio; así es posible un cambio de actitud ante los sufrimientos, ante la pérdida en general y ante la muerte en particular.
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