lunes, 13 de junio de 2011

No escuches a las sirenas.


Ser hombre o mujer es algo que se refiere a una totalidad de las personas, la sexualidad como se comento en el blog anterior no solo se refiere a la especificación del convivir dos personas, o de la identidad de la misma, con sus propias características siendo sexuados por los órganos genitales.

Recordemos algo muy importante la mujer, no es una palabra que exprese un diminutivo o una falta de respeto, sino es un titulo de respeto, bueno y te preguntaras la razón la cual es muy sencillo de explicar, porque en todos los escritos anteriores demarca la palabra mujer, es decir no dicen, "viejas", "morra", "girla", "mi cachorrita", etc, etc, no aún cunado en la antigua Roma, las mujeres no tuvieran tanta libertad, o poco valieran, tenían ese título de mujer, como se dijo, no es un insultante, es un nombramiento de respeto.

Como es sabido por todos, la atracción entre hombres y mujeres siempre ha existido, y seguramente ya te has imaginado cuando eras un niño o sino recordaras algo parecido a dos niñas jugando a la cocina, o dos niños que juegan a los soldados, u otro juego, ahora cuando son pequeños ambas partes tienen planes diferentes de realizar, recordemos que es la infancia la gran mayoría de los niños digamos son incompatibles con las niñas.

Cuando pasan los años, pasa algo que marca mas las diferencias de entre los cuales los niños y niñas, estas no soportan los juegos bruscos, y prefieren la serenidad o la tranquilidad de la comidita, jugar a la familia.

De pronto al llegar a la adolescencia pasa algo muy curioso y extraño a la ves aquellas niñas odiosas, fea, flaca, etc, ahora observa que al verla se sonroja, y sienta calor en las orejas, incluso hasta llega a transpirar, siente esas famosas mariposas en el estomago. Y bueno no solamente a la niña cambia sino también aquel niño, feo, grosero, brusco, ahora cambia a otro prototipo, al de ser un simpático, varonil, tierno pero a la ves fuerte, igual pasan exactamente los mismos síntomas del adolescente.

Ahora esto mencionado de groso modo es bueno y correcto, por eso desde un inicio se ha diseñado al hombre y a la mujer de tal manera que se atraigan entre si y se necesiten el uno al otro, de modo que lleguen a amarse y a desear entregarse mutuamente en la totalidad para que por de esta unión haya nuevas y hermosas vidas, nuevos hombres y mujeres que lleguen a conocer los verdaderos valores y a gozar de la felicidad.

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